Las arterias contienen unos sensores capaces de registrar la presión que la sangre ejerce sobre ellos al circular. En base a la información que éstos envían, el sistema nervioso vegetativo (SNV), influye sobre el corazón y el resto del sistema circulatorio.
Si la presión arterial (o TA) es elevada, el SNV mandará estímulos que harán que el corazón disminuya su frecuencia de contracción (bradicardia), y provocará una vasodilatación de las arterias y arteriolas para conseguir una caída de la presión arterial sistémica.
Si, por el contrario, la presión arterial es baja, el SNV actuará con la finalidad de aumentar la frecuencia cardiaca (taquicardia) y producir la vasoconstricción del sistema arterial.
Estas reacciones y compensaciones ocurren de manera automática en nuestro organismo, pero también podemos inducirlas deliberadamente a través de determinadas técnicas manuales. De tal manera, que ante una situación anómala en la TA de un paciente, podamos provocar una respuesta orgánica que la regule, bien hacia un aumento general de la TA, o bien hacia una bajada sistémica.
La técnica de clampaje carotídeo, es una de esta técnicas manuales con la que poder interferir en la TA del individuo, así como en su frecuencia cardiaca, y de forma inmediata.
Para ello, lo primero es conocer la anatomía de una de las arterias principales del organismo, la carótida.
Poseemos dos arterias carótidas, izquierda y derecha, que provienen del cayado de la aorta, y se van a encargar en buena medida de la irrigación de las estructura del cuello y la cabeza. Si bien la carótida izquierda es rama directa de la aorta. La carótida derecha es rama del tronco braquiocefálico, que es rama de la aorta, el cual se bifurca dando lugar ala arteria subclavia derecha y a la,carótida derecha.
En su trayecto inicial, a nivel del torácico alto (manubrio esternal), reciben el nombre de carótida común o primitiva. Ambas arterias, discurren en un trayecto ascendente casi vertical, a ambos lados del cuello, hacia el cráneo. A la altura del cartílago tiroides, ambas carótidas comunes se bifurcan, dando lugar a dos arterias: carótida externa y carótida interna.
La arteria carótida externa, va a irrigar los tejidos de la cara y los huesos del cráneo, mientras que la carótida interna, se va a adentrar en el interior del cráneo por el canal carotídeo, e irrigar los elementos encefálicos y el órgano de la visión.
A nivel de la bifurcación (cartílago tiroides) se encuentra el seno carotídeo, que es una pequeña dilatación que contiene la carótida interna en su origen, y que presenta multitud de barorreceptores (receptores de presión arterial).
La técnica de clampaje carotídeo, va a consistir en realizar una compresión (estenosis) manual de la carótida para influir sobre la presión sanguínea que reciba el seno carotídeo, de tal forma que éste, en función de la cantidad de sangre que reciba, mandará información al SNV para que modifique la TA en todo el cuerpo así como la frecuencia cardiaca.
La compresión se realiza formando una pinza digital entre los dedos 2o y 3o de cada mano, y se realiza bilateralmente, a izquierda y derecha. Lo primero es encontrar el pulso carotídeo, para garantizar que nos encontramos en el nivel adecuado. La carótida va a quedar interna al músculo esternocleidomastoideo, por lo que la pinza ha de realizarse también sobre él.
La compresión se ha de mantener durante 7-10 segundos, y luego abrir la pinza manual. La maniobra se puede repetir un par de veces.
En función de los objetivos de la técnica (aumento de la TA y la frecuencia cardiaca, o bajada de la TA y disminución de la frecuencia cardiaca), el clampaje se ha de realizar a diferentes niveles del cuello.
Si queremos inducir una bajada de la TA y bradicardia, hemos de realizar un pinzado por encima del seno carotídeo (por encima del cartílago tiroides), de esta manera, la sangre se acumulará por debajo de él, aumentando la presión sanguínea en la carótida y su seno. El seno informará entonces de un aumento importante de la presión sanguínea a este nivel y el SNV acturá sobre el corazón y las arterias y arteriolas del cuerpo.
Por el contrario, si lo,que pretendemos es aumentar la TA y/o la frecuencia cardiaca, el pinzado se ha de realizar por debajo del seno carotídeo (por debajo del cartílago tiroides). Así, el flujo de sangre que le llegue al seno, será menor que el real, cayendo la presión sanguínea en su interior e informando de ello al SNV, quien actuará en consecuencia, incrementando el ritmo cardiaco y la TA a través de la vasoconstricción de las arterias y arteriolas en todo el organismo.