Portada » La osteopatía y el concepto holístico del cuerpo
Por todos es sabida la interrelación de unos sistemas con otros y su interdependencia para el correcto funcionamiento de las distintas funciones orgánicas, así como para el mantenimiento de la salud y su recuperación, en caso de lesión o enfermedad.
A pesar de la obviedad indicada anteriormente, prácticamente todos los esfuerzos terapéuticos llevados a cabo desde la fisioterapia, se centran aisladamente en el sistema músculo-esquelético, dejando de lado el resto de sistemas que influyen tanto en la pérdida de la salud, como en su recuperación y preservación.
Por poner un ejemplo, cuando acontece una lesión en un tejido, a demás de trabajar en la recuperación de dicho tejido así como en el restablecimiento de sus funciones, se debe trabajar sobre otras estructuras como son los nervios, las arterias, las fascias, y las vísceras que tengan una relación directa o indirecta con la estructura lesionada. De este modo conseguiremos acelerar el proceso de recuperación, optimizar los resultados del tratamiento y conseguir efectos duraderos.
Los sistemas osteoarticular y muscular, tienen una gran dependencia del sistema visceral. Cuando una víscera entra en disfunción (alteración de su función fisiológica) puede dar síntomas viscerales y/u osteoarticulares, principalmente dolor. Si esta situación se mantiene en el tiempo, la disfunción visceral puede dar lugar a un daño tisular (alteración/lesión del tejido), puede afectar a otros sistemas, y puede ser la base de una lesión crónica osteoarticular (un gran porcentaje de lesiones crónicas osteoarticulares tienen una base visceral: tendinopatías de hombro, cervicalgias, lumbalgias, dorsalgias, sacralgias, sacroileítis, cefaleas, tendinopatías de rodilla, pubalgias, disfunciones y algias del aparato reproductor, etc.).
Las vísceras, como todo tejido, dependen para su correcto funcionamiento de una adecuada perfusión, de una inervación correcta y equilibrada (sistemas nerviosos simpático y parasimpático), así como de un entorno libre de tensiones (disfunciones de vísceras vecinas) y disfunciones estructurales.
Cuando se trabaja el plano visceral, los individuos perciben un gran bienestar, un aumento de la vitalidad, y una disminución significativa de sus dolores. Es por ello, que este abordaje resulta un complemento excepcional para las terapias manuales convencionales en fisioterapia.